Sony y Microsoft se preparan para impresionar al mundo de los videojuegos con sus consolas de nueva generación esta semana en la Electronic Entertainment Expo (E3), la mayor exposición de gamers del mundo, que inicia este martes en Los Ángeles.
Pero algunas características de las nuevas Xbox One y PlayStation 4, ya sean confirmadas o meros rumores, modificarán la relación de los gigantes de los videojuegos y con sus fanáticos.
El centro del problema para ambos fabricantes es si los gamers podrán usar los juegos que compran en más de una consola. Esta posibilidad impacta todo, desde la reventa de los juegos hasta el llevarlos a casa de un amigo para jugar, pero eso podría entrar en conflicto con el deseo de los creadores para asegurarse de que todos los que jueguen sus juegos los hayan pagado.
La política de juegos usados de Microsoft para su nueva consola Xbox One ha sido una fuente de confusión y discordia. La empresa emitió declaraciones contradictorias sobre si instalar un juego en una segunda consola requeriría una cuota, o si hacerlo bloquearía el juego en la consola original.
La explicación de la empresa todavía deja algunas preguntas.
“Sabemos que hay algo de confusión acerca de los juegos usados en Xbox One, pero hemos confirmado que la diseñamos para permitir que nuestros clientes los intercambien y revendan en tiendas minoristas”, dijo la empresa en un comunicado enviado a CNN, sin proveer más detalles.
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